El autocobro o autopago (Self-checkout, SCO) ofrece a los responsables de la protección de pérdidas una oportunidad única y quizá sin precedentes de marcar la diferencia en sus organizaciones. Porque aquí tenemos una tendencia basada en un problema: un sistema de pago que incita a la gente a no pagar, lo que, sin embargo, es inevitable.

El autopago ya había proliferado antes de la pandemia, y la crisis le ha dado un empujón adicional. Se está extendiendo desde sus raíces en el sector de la alimentación y emergiendo en las tiendas que venden productos textiles. Está presente en todas las descripciones de los analistas del sector retail cuando describen la "tienda del futuro".

Pero a veces no funciona. Tras un largo esfuerzo por reducir las pérdidas en las tiendas, el autopago es sin duda un paso atrás. Algunos retailers los han retirado de las tiendas porque los dolores de cabeza y los robos en los puntos de venta han resultado ser demasiado para ellos.

Esta contradicción sugiere que el éxito o el fracaso dependen de la ejecución. El SCO es el futuro, pero es la aplicación de la estrategia, el diseño, la formación y el apoyo lo que determinará si el futuro resulta rentable.

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