Muchos retailers se las han arreglado para superar las mermas a través de las ventas durante los últimos años, pero eso se está volviendo cada vez más difícil debido a que el crimen organizado en el retail (ORC, por sus siglas en inglés) golpea a los retailers a un ritmo alarmante.

La profesionalización del robo aumentó el incidente de robo promedio de $ 318 en 2014 a $ 462 en 2020. El ORC ahora les cuesta en promedio a los retailers más de $ 720.000 por cada $ 1.000 millones en ventas, según los últimos datos de la National Retail Federation (NRF). "Este año, cada retailer está informando un aumento de las mermas, algunos entre 50 y 60 % de aumento de las pérdidas año a año, por lo que se está transformando en un tema durante las llamadas de ganancias debido a que estas han bajado", indicó Ned McCauley, de Sensormatic Solutions. Y, dicho esto, el ORC ha evolucionado desde ser un problema de protección de activos a un problema a nivel de directorio.

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